Cubiertos bañados en oro, copas de cristal para el champán, trajes de Versace y Armani y filas de calzado de diseño sin estrenar son todo lo que queda en las lujosas viviendas costeras de los hijos de Muammar Gaddafi.
Las extravagantes residencias son testimonio del hecho de que los Gaddafi no solo dirigieron Libia, sino que eran sus dueños, y consideraban su riqueza petrolera como su patrimonio personal, informó Reuters.
Sin embargo, los coches que hay ahora aparcados frente a estas doradas viviendas no son limusinas, sino una mezcla de jeeps y camionetas con ametralladoras en la parte de atrás que pertenecen al ejército de civiles que se alzó contra los 42 años de régimen de Gaddafi y ha conseguido derrocarlo.
Ahora son sus combatientes los que duermen en unos dormitorios con diseño italiano, alfombras de Pierre Cardin y sofás de Burberry, mientras descansan al final del mes de ayuno de los musulmanes, el Ramadán.
"Ha llegado el día con el que soñamos durante toda nuestra vida. Esta playa estaba reservada para los hijos de Gaddafi, sus familias, amigos y la élite en el poder", dijo Kabet, un asesor legal en el consejo económico de Libia antes de unirse a la revolución en febrero.
"Ellos fueron los que disfrutaron de las riquezas de Libia, no nosotros. Los libios no sacamos nada", apuntó.
"Los libios nunca pudieron nadar aquí, o acercarse a las puertas. La suerte de cualquiera que se atreviera a acercar se a estos muros era conocida: recibiría un disparo mortal", agregó.
Esta comunidad vallada, llamada Regatta, es una de las dos mini ciudades del color del sol construidas a lo largo de las playas de arena al oeste de Trípoli, unas áreas protegidas y privadas diseñadas de acuerdo con sus requisitos insaciables.
Hay supermercados y centros de buceo, pistas de tenis y campos de fútbol, restaurantes y clínicas. Algunas tienen sus propios gimnasios y piscinas. En los muelles hay aparcadas numerosas lanchas a motor.
"Esto es sólo una gota de su riqueza y de las muchas casas que tenían aquí y en el extranjero y de los miles de millones que tienen", declaró Abdel Salam Kilani, un oficial que desertó de las filas de Gaddafi en febrero.
Ahora son sus combatientes los que duermen en unos dormitorios con diseño italiano, alfombras de Pierre Cardin y sofás de Burberry, mientras descansan al final del mes de ayuno de los musulmanes, el Ramadán.
"Ha llegado el día con el que soñamos durante toda nuestra vida. Esta playa estaba reservada para los hijos de Gaddafi, sus familias, amigos y la élite en el poder", dijo Kabet, un asesor legal en el consejo económico de Libia antes de unirse a la revolución en febrero.
"Ellos fueron los que disfrutaron de las riquezas de Libia, no nosotros. Los libios no sacamos nada", apuntó.
"Los libios nunca pudieron nadar aquí, o acercarse a las puertas. La suerte de cualquiera que se atreviera a acercar se a estos muros era conocida: recibiría un disparo mortal", agregó.
Esta comunidad vallada, llamada Regatta, es una de las dos mini ciudades del color del sol construidas a lo largo de las playas de arena al oeste de Trípoli, unas áreas protegidas y privadas diseñadas de acuerdo con sus requisitos insaciables.
Hay supermercados y centros de buceo, pistas de tenis y campos de fútbol, restaurantes y clínicas. Algunas tienen sus propios gimnasios y piscinas. En los muelles hay aparcadas numerosas lanchas a motor.
"Esto es sólo una gota de su riqueza y de las muchas casas que tenían aquí y en el extranjero y de los miles de millones que tienen", declaró Abdel Salam Kilani, un oficial que desertó de las filas de Gaddafi en febrero.
ahora quien quiere la sangre de tantos en sus manos, el que esta en esa cama??
ResponderEliminarLOS HDP DE LOS YA ME TIENE PODRIDO, EL NEGRO YANQUI YA ESTA EN LA MIRA, CUALQUIER RATO LA COJEN COMO A LAS PUTAS; NEGRO MAL NACIDO ERES COMO LA YENA
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