Un reportaje sobre la Estación Carchi y sus alrededores. (Tomado del diario La Ruta)
La Estación Carchi: desarrollo y desencanto
La estación creada en 1965 no tiene
otra función que no sea adornar una
vieja época de bonanza, que se convierte en atractivo turístico de la historia
de la provincia del Carchi.
La llegada del
tren dio inicio a un desarrollo económico favorable para la población negra. Después
de 10 años de la destrucción de la vía ferroviaria, el panorama es otro: varios
lugares estancados y con el peso de su historia.
María de Lourdes vio por televisión cómo
el Río Mira destruía los rieles del tren que conectaban con la Estación
Carchi. Quizá nunca lo pensó, pero ese
fue el inicio para que la gran parte de las comunidades negras de la cuenca del
río Mira, se transformaran hasta las ruinas.
Lourdes recuerda que fue Julio Cambel el
primero en llegar conduciendo la locomotora, ella tenía entonces 12 años, y
veía cómo a diario ese lugar crecía velozmente por el gran intercambio
comercial que existía gracias al tren. “Había una gran feria negra donde se vendían
y compraban productos para llevar a San Lorenzo o Ibarra, era un lugar con vida
comercial”.
María Dioselina Congo Polo que ahora
tiene 80 años, en cambio trabajó en el restaurant de la estación, que en aquel
entonces era una muestra clara del desarrollo. Alguna vez cocinó para José María Velasco Ibarra,
que visitó la estación y por el mismo
camino siguió a San Lorenzo. “Llegaban de Chamanal, la Loma, Santiaguillo, La Concepción,
Cabuyal, a comprar en la feria; pero se “creció el río” y acabó con todo, dice.
Y es que a partir del deslave de la loma
donde se posaban los rieles, la Estación Cachi empezó a quedar vacía. Se
calcula que apenas viven 26 familias, que emigraron 10 por falta de trabajo, y
que los que viven ahí en su mayoría son jubilados ferroviarios.
Tal es el caso de Ángel Gualberto Congo,
que trabajó en el tramo 23 (extensión de diez kilómetros), haciendo
de banderero y sobrestan por más de 25 años. Ahora vive
tranquilo con su esposa, y su nieta, atendiendo una tienda del pueblo.
Para ellos, los jubilados, la vida es un
poco menos compleja porque, como dice María Dioselina Congo, esposa de otro jubilado,
que construyendo la vía férrea de Ibarra a San Lorenza, ellos cumplieron su
labor. En cambio para los otros, no existen condiciones de trabajo que les
permita seguir tranquilos y en el mismo lugar, pues la llegada del tren fue el único
inicio de desarrollo, y la destrucción
su paralización.
Ahora, después de casi diez años que dejó
de llegar la locomotora, los moradores han retomado la agricultura en pequeñas
parcelas que les proveen lo suficiente
para vivir. Sus terrenos se han vuelto improductivos y apenas es la venta de
frejol, maíz, ají, lo que los sostiene.
A escasos 10 minutos de la estación se ubica
La Concepción, que para más de uno es el
lugar de mayor desarrollo de la zona del Río Mira. Ahí existe una escuela y un
colegio que recibe estudiantes de más de 7 pueblos cercanos. Es donde más se genera
la agricultura con mano de obra cercana.
Para Ángel Padilla, morador de La
Concepción, este desarrollo es insuficiente. Pues aun existe la marca histórica de inequidad que imposibilitó mejores condiciones de vida.
En tiempos atrás La Concepción fue una de
las tres haciendas, (Cuajara,
Caldera) pertenecientes a los Jesuitas. Se dividió y dio forma a Santa Ana, que según Padilla no
cuenta con tierras productivas, pues la Reforma Agraria que permitió el acceso
a la tierra, se guardó los terrenos fértiles para las mismas haciendas, el
resto, lo poco útil, fue repartido a la gente, añade.
Para Padilla, Estación Cachi, Concepción,
Santa Ana, y otras como Cabuyal y Santiaguillo
La Loma
y Chamanal están marcadas por una
misma realidad donde una especie de conformismo, de impotencia lo impide
mejorar, crecer.
Y es que a partir de la paralización de la
Estación Carchi, no se ha logrado encontrar otro medio que alcance el mismo
nivel de desarrollo de hace 10 años, que no fue exagerado pero permitió vivir bajo condiciones mejores que las
actuales.
El otro desarrollo de la cultura negra
El GAEN,
también promueve intercambios culturales con Europa, han conformado
tiendas de productos como collares, bisutería, shampoo; también manejan una
residencia comunitaria que brinda alimentación y hospedaje, por módicos
precios.
“Sueño Negro” es otro proyecto de
expresión artística dirigido por la comunidad de Carpuela, ahí trabajan en la
elaboración de trajes típicos, máscaras, porcelanas, que son distribuidos en
diferentes centros de exposición cultural como Mindalae, Tianguez y Camari.
Otras expresiones
En Santana – Carchi el trabajo en
cultivos es una actividad que involucra
a toda la familia.
El juego es un pasatiempo para los
jóvenes de Santa Ana.
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