Quito,
28 de Abril del 2010
Amigo:
Bien
prodriamos, quienes escribimos este tipo de carta que mas bien parece
un abrazo, hacer como si nada hubiera pasado; como si irse, solo
significara llegar a otro lugar más no dejarlo. Pero imposible
burlar el tiempo para evadir la ausencias, más aun cuando esa
ausencia tiene un nombre propio que configura lucha, amistad, firmeza
y solidaridad.
Y
es que el problema es la amistad, esa que que sin intención se va
construyendo gracias al pensamiento y al propósito común. Como
muchas veces decías, Pedro, hay que estar donde a uno lo necesitan.
Ahora tienes una vida que concluir o comenzar en El Salvador, donde
hace 5 años te la cortaron porque incomodabas la tranquilidad de
quienes detestaban el pensamiento cargado de justicia y libertad.
Desde
este tu país Ecuador, desde la Comisión Permanente del Derecho a
la Salud de la Asamblea Nacional, donde trabajaste con tanta entrega
y cariño, tus compañeros te enviamos el mayor de los abrazos y el
mejor de los ánimos en tu estadía en El Salvador. Esperamos
reestructures tu vida y que este reconocimiento del Estado
Salvadoreño a aquella injusticia de hace cinco años, reinvindique
tu vida personal y profesional.
Foto: de
izquierda a derecha: Rocío Vásquez, Xavier Encalada, Pedro Banchón,
Darwin Morillo, Alexis Noboa, Magdalena Galindo, César Jiménez,
Amparo Herrera, y Carlos Velasco (Presidente de la Comisión
Permanente del Derecho a la Salud).
Tus
compañeros, tus amigos de este espacio que dejaste y que es tuyo
también, nos sentimos muy orgullosos de tu nueva presencia en esa
hermosa tierra que seguramente es tu segunda Patria. Y te decimos
sigue en tu causa por el bien de la humanidad. No importa si ahora es
en El Salvador, mañana otra vez en Ecuador, pasado en cualquier
otro país, la lucha social necesita permanencia, constancia y
pasión; somos seres fortuitos y casuales y hay muchas cosas por la
que luchar como para dejar de hacerlo.
Buena
suerte a ti y a tu familia. Recibe a la distancia un gran abrazo
solidario!!
Att.
Tus compañeros.
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