MÉDICOS, ACADÉMICOS, ASAMBLEÍSTAS Y SACERDOTE ANALIZARON EL TEMA DE LA BIOÉTICA

Médicos, académicos, asambleístas y sacerdote analizaron el tema de la bioética

En el marco de la construcción del Código de la Salud, la Comisión 10, recibió las propuestas del doctor Edmundo Estévez, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Central del Ecuador, sobre los principios bioéticos en la Investigación clínica, y del Padre Alberto Redaelli, representante de la Fundación de Cuidados Paliativos del Ecuador FECUPAL, sobre los principios Bioéticos en la atención a pacientes terminales.

La bioética es la rama de la ética que se dedica a proveer los principios para la conducta correcta del ser humano respecto a la vida, tanto de la vida humana como de la vida no humana (animal y vegetal), así como al ambiente en el que pueden darse condiciones aceptables para la vida.

En la reunión también participaron los doctores Marcelo Aguilar, de la Unidad de Salud Pública de la Universidad Central; Iván Palacios, de la Universidad San Francisco de Quito; Walter Moya, Yolanda Vinueza, Linda Arturo, de la Maternidad Isidro Ayora; Fernando Arroyo, de la Universidad Tecnológica Equinoccial.

Además, los doctores Lina Almeida, de la Universidad Central; Rubis Sansi, Cristina Vargas, Ramiro Buchelli, de la Gerencia Estratégica del Hospital Pablo Arturo Suárez; Santiago Pinto, Catalina Vásquez, Carlos Valencia, del Hospital Baca Ortiz y el doctor David Bastidas, de la Universidad Internacional.

Edmundo Estévez, catedrático de la Universidad Central del Ecuador, al hacer una exposición de lo que constituyen los principios bioéticos en la investigación clínica, pidió que se analice la factibilidad de que se constituya un Comité Nacional de Bioética, con superioridad jurídica organizativa y de reflexión, siendo su norte la defensa irrestricta de los derechos de las personas.

El Padre Alberto Redaelli, de la Fundación de Cuidados Paliativos del Ecuador informó que en el país no hay unidad de cuidados paliativos y que la bioética debería ser una ética racional que a partir de la descripción del dato científico, biológico y médico, analice racionalmente la intervención humana sobre un hombre. La problemática es grande entre lo despenalizado y lo legalizado, señaló, al sostener que lo habituad es tener dudas en la toma de decisión en el final de la vida, y a la prudencia, como principio fundamental.

Añadió que trabajar desde la bioética por un rostro humano de la medicina, debe ser la exigencia de todo profesional. Ante el reduccionismo de la vida y de la salud, la necesidad ante la pobreza del mundo y el desarrollo tecnológico de la medicina científica, hay que humanizar siempre el acto médico, hay que hacer de la bioética el cuidado; hay que trabajar por una ética de la responsabilidad y de la deliberación, enfatizó.

Hoy estamos llamados a curar, más a menudo a aliviar, pero sobre todo a consolar y ese es el objetivo de los cuidados paliativos, concluyó.

La doctora Linda Arturo, de la Maternidad Isidro Ayora, solicitó se considere que las resoluciones que se tomen serán herramientas fundamentales para la gente operativa en los hospitales, en las áreas de salud, tanto públicos como privados y se constituyan en paraguas en su accionar.